Los fondos de inversión de origen centroamericano han logrado, poco a poco, atraer a inversionistas salvadoreños. Expertos esperan que pronto surjan los primeros fondos locales.

Aunque los fondos de inversión de origen centroamericano son un instrumento bursátil que ya cuenta con larga trayectoria en sus países de origen, en el mercado de valores salvadoreño recién van comenzando a escribir su historia. Y en poco más de dos años que tienen de haber arribado, han empezado a conquistar a los inversionistas locales.

Fuente: El Economista
Edición Septiembre – Octubre 2015
Por Leonel Ibarra

Cuando una casa de corredores de bolsa salvadoreña está interesada en negociar el fondo de inversión internacional cerrado (ya sea de Nicaragua, Costa Rica o Panamá que poseen estos instrumentos) en el mercado, como primer paso inscriben la emisión total ante la Superintendencia del Sistema Financiero y en la Bolsa de Valores de El Salvador (BVES).

Una vez inscrito, puede negociar con sus clientes las cuotas de participación de dicho fondo al valor de mercado, las adquiere en nombre de sus clientes directamente en la plaza de origen y se registra en el sistema de la BVES.

Cuando los clientes deseen vender sus cuotas de participación, lo harán siempre a través de su casa de corredores en el mercado secundario local.

Según datos de la BVES, a agosto se tienen inscritos ocho fondos cerrados (uno panameño y siete costarricense), cuyo monto total registrado es de $2.4 millones.

El Prival Bond Fund, de Panamá, cuyo portafolio de inversión está compuesto en su mayoría por emisiones de deuda pública y privada, tiene un monto registrado en el mercado local de $1.05 millones y es el único que ha tenido negociaciones en el mercado secundario salvadoreño por unos $ 165,000.

Eunice Menéndez, gerente general de Prival Securities El Salvador, explica que se tienen proyecciones para incrementar el capital y número de inversionistas locales, dado los beneficios que ofrece el fondo (ingresos promedios del 5.03%, con un diferencial de 2.24% sobre el índice de referencia).

“Los inversionistas actuales están teniendo excelentes resultados, lo que nos ha llevado a una alta aceptación en el mercado local”, afirma Menéndez.

3036
De largo plazo

Hay otros siete fondos cerrados costarricenses en la BVES y administrado por diversas sociedades. Todos están enfocados en proyectos inmobiliarios y registran localmente unos $1.4 millones, pero no han tenido ninguna negociación en el mercado de valores secundario.

La casa corredora Servicios Generales Bursátiles (SGB) comenzó a trabajar en 2013 con algunos de ellos: dos de ACOBO Vista (que luego se fusionaron) y dos del Banco Central de Costa Rica que ha obtenido una buena respuesta del mercado.

Brenda Rodríguez, jefa de unidad de emisiones de SGB, expresa que a medida comenzaron a comercializar estos instrumentos, los clientes vieron con interés los rendimientos a mediano y largo plazo y se realizaron varias compras.

“Los primeros que se animaron fueron clientes institucionales que vieron atractivas las ventajas y rendimientos que se manejaban, las personas naturales son inversionistas muy sofisticados y con gusto por los sectores especulativos”, afirma Rodríguez.

Los fondos de inversión financian la construcción de los inmuebles, que luego generan un rendimiento por los alquileres; sin embargo, este varía por la naturaleza del uso del bien, ya sea residencial, de oficinas, industrial o comercial.

Con ellos, los inversionistas están buscando diversificar su portafolio con un instrumento innovador en proyectos de mediano-largo plazo con rendimientos atractivos que compensan la falta de liquidez.

Uno podría pensar que habiendo tantos fondos inmobiliarios inscritos, ¿por qué no está más activa su negociación en el mercado secundario? Javier Mayora, gerente general de la BVES, reitera que, por su naturaleza, se debe esperar al menos unos cinco años para recuperar la rentabilidad y tomando en cuenta que las primeras compras se hicieron el año pasado, todavía falta tiempo para que se den dichas transacciones.

En cuanto a los fondos de inversión de origen nicaragüense, en octubre del año pasado entraron en operaciones en dicho país los primeros dos fondos, pero todavía no hay trámites para registrarlos en la plaza salvadoreña.

Un factor que vendrá a impulsar la dinámica de la BVES es la aprobación de la ley y creación del marco normativo de los primeros fondos de inversión hechos en El Salvador.

“Esto permitirá la creación de gestoras locales, las cuales podrán inscribir fondos propios que dinamizarán la economía local mediante el financiamiento de obras que generarán empleos”, considera Mayora.